La elegancia no tiene talla

Es una historia ya rayada, la lucha entre la aceptación de la imagen y la influencia que la industria de la moda implanta en nuestro imaginario junto con las percepciones de estética en un momento dado. En un mundo bizarro en el que se tacha a Gigi Hadid de gorda y la publicidad toma a mujeres de talla m como referente de plus size,  nos hemos acostumbrado a asociar la elegancia y sartorialidad con una espigada silueta talla 0. Los fotógrafos de street style se empeñan en mostrar este arquetipo de estética y las revistas no abandonan su juego..

El concepto de elegancia no escapa a los juicios y concepciones arbitrarias…..Inevitablemente y de modo muchas veces inconsciente asumimos que para llevar un determinado vestido y vernos elegantes debemos tener las condiciones de la modelo que lo lleva en pasarela, – por citar un ejemplo. Si bien es cierto que no todas las modas y diseños favorecen a todos los cuerpos, no debe interpretarse esto con que la voluptuosidad y tallas de mas restan elegancia, así como pensar que la voluptuosidad es vulgar y debe ser anulada, cuando en realidad no existe vulgaridad en la figura humana, lo vulgar es la manera de vestirla.

la elegancia es una virtud intrínseca que va mas allá de llevar tacones o un bolso Chanel, – porque como lo dijo el mismo Karl Lagerfeld una mujer de campo puede ser mas elegante que una conocida como tal. Si bien hay ciertas características que favorecen mas a unas que a otras a la hora de proyectar la tan llamada sartorialidad, es un mito que la delgadez garantiza por si sola elegancia. De hecho la elegancia radica en muchos otros aspectos mas allá del vestir y aunque se manifiesta físicamente yo me atrevo a decir que emana del interior, un aura que se tiene o no se tiene pero que definitivamente se puede cultivar.

Si vieron la serie Mad Men seguramente el personaje de Joan Holloway interpretado por Christina Hendrix les causó impresión, -debo admitir que al principio su acentuada voluptuosidad me resultó una extrañeza sobre todo en estos días en que en pro de un buen registro, la delgadez y curvas discretas son cruciales para las actrices (en el contexto de tv reitero), pero después de un tiempo llegué a fascinarme con el donaire que la actriz proyectaba y la gracia con la que llevaba su generosa anatomía. Pensé que ella es toda una inspiración para mujeres cuyo estereotipo es muchas veces pasado por alto en los medios o tristemente encasillado en contextos que poco interesan a la moda como tal y cliché; en la actualidad el mundo mediático tiene ojos para las mujeres o muy delgadas o plus size. Hace mucho no se le brinda admiración a una mujer de curvilínea reconociendo su estilo e incluso estatus de icono de moda, precisamente porque gracias a personajes como Kim Kardashian la voluptuosidad en estos días tiene un problema de imagen.

No debe tacharse la  voluptuosidad…sino como se lleva

Pero Hendrix prueba que una mujer curvilínea además de sexy puede ser innegablemente elegante y digna de admirar; mas allá de sus estilismos en el contexto de décadas pasadas en Mad Men, esta actriz se observa muy pulcra y acertada en su vestir e inclusive desvirtúa aquello de que el vestido debe lucir como en la modelo, – ella incluso lo hace ver mejor.

Ella nos recuerda que unas curvas generosas pueden ser llevadas con garbo, elegancia y sex appeal.

Gracias por visitar!

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